El Té es una de las bebidas más populares alrededor del mundo. Lo que pocos saben es que los cuatro tipos básicos de té, (blanco, verde, rojo y negro), proceden de la misma especie, Camellia Sinensis, y se diferencian sólo por el tratamiento que reciben. Las hojas del té negro, que elaboran todos los países productores, se secan en parte y se exprimen antes de fermentarlas y desecarlas. Las de té verde se tratan al vapor, se trituran y se secan. Las de té rojo, se fermentan parcialmente. El té blanco se elabora con los brotes más jóvenes de la planta.
Té Blanco:
Conocido como yinzhen que quiere decir “aguja de plata”. Originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian. Se utilizan sólo los primeros brotes del arbusto, que no se han oxidado; los brotes pueden haber sido protegidos del sol para evitar la formación de clorofila. Se necesitan miles de brotes, recogidos a mano, (y sólo en primavera), para obtener una pequeña cantidad de té, es por esto que es la variedad de té más cara del mundo. Luego se dejan secar al aire libre, sobre paños de seda, a fin de que se evapore el agua y se mantengan, en cambio, todas sus propiedades. Es la variedad menos procesada.
Té Verde:
Luego de la cosecha, las hojas se secan y son fragmentadas rápidamente. El té hecho de estas hojas es templado y más fresco en el sabor que otros tipos de té. A causa de esto, el té verde generalmente no se sirve con leche ni azúcar. El té verde no es fermentado, a diferencia del té negro. Las hojas se recogen frescas. Después de someterse a la torrefacción, se prensan, enrollan, trituran y se secan. Recientemente se ha hecho más popular en Occidente, que tradicionalmente toma té negro. Sus beneficios medicinales han sido descritos por más de un milenio. El Kissa Yojoki, o Libro del Té, escrito por el prior Zen Eisai en 1191, describe como la bebida de té verde da efecto positivo en los cinco órganos vitales, especialmente el corazón. El libro discute sobre las cualidades medicinales del té verde incluyendo el disipado de los efectos nocivos del alcohol, actuando como estimulante, curando enfermedades de piel, apagando la sed, eliminando indigestiones, curando beriberi, previniendo la fatiga, mejorando las funciones urinarias y del cerebro.
Té Rojo:
Significa literalmente “dragón negro”. Algunos cuentan la leyenda de que el descubrimiento de su elaboración fue accidental, al tener que dejar por la mitad el proceso de fermentación normal del té negro, para luchar contra un dragón negro. Otros aseguran que su nombre nada tiene que ver con dragones, sino que fue llamado de esta forma por su descubridor Wu Liang. Proviene de la provincia de Fukien de China. Posee un grado de oxidación media.
El té oolong tiene características de ambos tés, negro y verde. Sus hojas son fermentadas cerca de la mitad del tiempo del empleado en el té negro. El momento crucial en la producción de té oolong, y lo que le va a dar sus características como tal, es el instante específico para detener la fermentación, que es cuando las hojas presentan el 30 % rojo y el 70 % verdes.
Té Negro:
Es el más popular en Occidente. Es un té muy procesado y con mayor oxidación y fermentación que las demás variedades. Después que las hojas se escogen, se fermentan a sol abierto. El tamaño de las hojas de té determina la graduación de té negro. Las variedades negras comunes del té incluyen Ceilán, Assam, y Darjeeling, considerado por muchos el té negro más fino. Tiene un índice de cafeína mucho más elevado que los otros tés.
Es muy rico en minerales como el calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cinc, fósforo, potasio, aluminio y flúor.
El hecho de que sea quizá el té más aromático es debido a su particular fermentación y mayor oxidación, al igual que su intenso sabor y particular astringencia.
Una taza de té nos aporta unos doscientos miligramos de flavonoides (un tipo de antioxidantes presente también en frutas y verduras).
El té negro (el más consumido en Europa, en la India y en América del norte) representa actualmente casi 80% del consumo mundial
Té Blanco:
Conocido como yinzhen que quiere decir “aguja de plata”. Originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian. Se utilizan sólo los primeros brotes del arbusto, que no se han oxidado; los brotes pueden haber sido protegidos del sol para evitar la formación de clorofila. Se necesitan miles de brotes, recogidos a mano, (y sólo en primavera), para obtener una pequeña cantidad de té, es por esto que es la variedad de té más cara del mundo. Luego se dejan secar al aire libre, sobre paños de seda, a fin de que se evapore el agua y se mantengan, en cambio, todas sus propiedades. Es la variedad menos procesada.
Té Verde:
Luego de la cosecha, las hojas se secan y son fragmentadas rápidamente. El té hecho de estas hojas es templado y más fresco en el sabor que otros tipos de té. A causa de esto, el té verde generalmente no se sirve con leche ni azúcar. El té verde no es fermentado, a diferencia del té negro. Las hojas se recogen frescas. Después de someterse a la torrefacción, se prensan, enrollan, trituran y se secan. Recientemente se ha hecho más popular en Occidente, que tradicionalmente toma té negro. Sus beneficios medicinales han sido descritos por más de un milenio. El Kissa Yojoki, o Libro del Té, escrito por el prior Zen Eisai en 1191, describe como la bebida de té verde da efecto positivo en los cinco órganos vitales, especialmente el corazón. El libro discute sobre las cualidades medicinales del té verde incluyendo el disipado de los efectos nocivos del alcohol, actuando como estimulante, curando enfermedades de piel, apagando la sed, eliminando indigestiones, curando beriberi, previniendo la fatiga, mejorando las funciones urinarias y del cerebro.
Té Rojo:
Significa literalmente “dragón negro”. Algunos cuentan la leyenda de que el descubrimiento de su elaboración fue accidental, al tener que dejar por la mitad el proceso de fermentación normal del té negro, para luchar contra un dragón negro. Otros aseguran que su nombre nada tiene que ver con dragones, sino que fue llamado de esta forma por su descubridor Wu Liang. Proviene de la provincia de Fukien de China. Posee un grado de oxidación media.
El té oolong tiene características de ambos tés, negro y verde. Sus hojas son fermentadas cerca de la mitad del tiempo del empleado en el té negro. El momento crucial en la producción de té oolong, y lo que le va a dar sus características como tal, es el instante específico para detener la fermentación, que es cuando las hojas presentan el 30 % rojo y el 70 % verdes.
Té Negro:
Es el más popular en Occidente. Es un té muy procesado y con mayor oxidación y fermentación que las demás variedades. Después que las hojas se escogen, se fermentan a sol abierto. El tamaño de las hojas de té determina la graduación de té negro. Las variedades negras comunes del té incluyen Ceilán, Assam, y Darjeeling, considerado por muchos el té negro más fino. Tiene un índice de cafeína mucho más elevado que los otros tés.
Es muy rico en minerales como el calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cinc, fósforo, potasio, aluminio y flúor.
El hecho de que sea quizá el té más aromático es debido a su particular fermentación y mayor oxidación, al igual que su intenso sabor y particular astringencia.
Una taza de té nos aporta unos doscientos miligramos de flavonoides (un tipo de antioxidantes presente también en frutas y verduras).
El té negro (el más consumido en Europa, en la India y en América del norte) representa actualmente casi 80% del consumo mundial
Que Té es el mejor - Fitness Lifestyle | |
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Education | Upload TimePublished on 11 Sep 2014 |
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